Red Internacional Escuelas Inclusivas.

  La Red Internacional de escuelas por la inclusión y la equidad pretende  avanzar en el desafío de desarrollar instituciones escolares más inclusivas, ofreciendo oportunidades de aprendizaje y una red social que apoye a todo el alumnado sin excepción. Esto implica la construcción de comunidades escolares más acogedoras y creativas, que valoren las diferencias y crezcan de forma sistemática a partir de ellas. Quererla es Crearla convocó así esta Red de Centros Escolares de España y América Latina que deseen hacer avanzar sus prácticas para atender adecuadamente a todo el alumnado sin excepción.

Desde nuestro centro, IES Sagrado Corazón de Málaga, hemos querido participar para contribuir a la construcción de una sociedad más inclusiva. ¿Cómo lo vamos a hacer? Implicando a toda la comunidad educativa a través de un grupo de alumnos y alumnas de 3º y 4º de la ESO. Nuestro Grupo de Investigación de Acción Participativa tenemos: 
Alumnado:  Aula Mágica: Alba. 3º ESO: Nuray, Jessica, Wiam, Dani, Edward.  4º ESO: Omar, Amman, Harold, Dylan, Silvia, Dani, Juan, Najhely, Matías; Consejo Escolar: Crhistian, Sergio, Isaac, Wiam.
Profesorado
  • Equipo Directivo: Isabel, Lourdes, Fernando. Del Departamento de Matemáticas.
  • Departamento de Orientación: Carmen, Pandora, Héctor, Juanma, Mª José.
  • Departamento de Educación Plástica: Ana
  • Departamento de Tecnología: Noelia
  • Departamento de Música: Alejandro
  • Departamento de Francés: Miguel
  • Departamento de Matemáticas: David, Ángela.
  • Departamento de Lengua: Marta, Aure, José Ignacio.
  • Departamento de Física y Química: Manolo.
  • Departamento de Biología: Charo.
  • Departamento de Inglés: Patri, Patricia.
  • Departamento de Geografía e Historia: Luís Carlos.
  • Departamento de Educación Física: Carlos.
  • DFEIE: Nuria
PAS: María del Mar, Emilia, Ángela, Antonio. Eduardo.
Familia: Elizabet, Yolanda, Sonia, María del Carmen. Pertenecientes al Consejo Escolar.

¿Y por dónde Empezamos?
1. Reflexionamos.
1.1. ¿Cómo puedes unir cuatro puntos con tres líneas sin levantar el lápiz del papel?
Con este ejercicio de pensamiento lateral, empezamos reflexionando. Todo el alumnado busca las soluciones delimitadas por los cuatro puntos, han construido barreras en forma de cuadrado.
Una vez que se les muestra una posible respuesta comprobamos que la solución está fuera de los cuatro puntos. Y llegamos a la conclusión que buscar soluciones para una Escuela Inclusiva pasa por dejar de ver cuatro puntos y ampliar la mirada.
Posteriormente se les pide que piensen en una persona (puede ser ellos mismos) que haya mostrado actitudes, comportamientos que no se ajustan al sistema y que imaginen que es el protagonista del siguiente corto: "Rompiendo paradigmas".
El protagonista ha sido expulsado del Sistema y ahora tiene una nueva oportunidad en nuestro centro IES Sagrado Corazón. Construyamos un centro inclusivo en el que todas y todos podamos ser y estar.
Queremos avanzar en el desafío de desarrollar instituciones escolares más inclusivas, ofreciendo oportunidades de aprendizaje y una red social que apoye a todo el alumnado sin excepción. Esto implica la construcción de comunidades escolares más acogedoras y creativas, que valoren las diferencias y crezcan de forma sistemática a partir de ellas. De esta forma, los entornos educativos reducen la segregación, y mejoran la calidad de los aprendizajes que generan y las relaciones sociales que favorecen, lo que supone crecer en democracia y en justicia social. Pretendemos que se cumplan los cuatro principios que caracterizan a la Escuela Inclusiva: Equidad, participación, respeto a la diversidad y el derecho a la educación.
1.2.Estudiantes por la inclusión.
1.3. La asamblea de niñas y niños.
1.3.Una Escuela de niñas y niños.
1.4. Partimos de lo que ya tenemos: 
¿Cómo es la Escuela que tenemos? 
¿Cómo se enseña y se aprende? 
¿Cómo es la relación con tus compañeras, compañeros y profesorado? 
2. Nos comprometemos a buscar respuestas que nos guíen en el proceso de construcción.
3. Actuamos.
3.1. Analizaremos los puntos fuertes y débiles de nuestra Escuela. Examinamos la Escuela.

Espacios exteriores.

Recreo

Espacios interiores: servicios, aulas, mobiliario, decoración, organización de las clases, uso de recursos.

Contenidos del currículo ¿Con qué nos quedaríamos? ¿Qué eliminaríamos?, ¿Qué propondríamos?

Metodología : De lo que tenemos ¿con qué nos quedaríamos?, ¿Qué propondríamos?

Proceso de enseñanza aprendizaje: ¿Cómo aprendo mejor? ¿Qué  tipo de evaluación nos gustaría? ¿Cuál es la más justa?

3.2.¿Podemos conseguir una Escuela en la que todas y todos desearan ir para aprender en ella? ¿Cuál es la Escuela de vuestros sueños? ¿Qué te hace sentir bien?

 
3.3. Recogemos las opiniones de profesorado y familias a través de barcos que nos ayudarán a navegar en un mar seguro hacia la inclusión. Hacemos partícipes a la institución.
Nos ponemos manos a la obra.
Hacemos barcos de cuatro colores que simbolizan cada miembro de la comunidad educativa.(Alumnado: blanco/ PAS: verde/ Familias: celeste/ profesorado: azul).
Comprobamos si son barcos que resisten a las tempestades.
Y nos alegra saber que son consistentes y navegan en la búsqueda de la Escuela soñada. Y el alumnado va en cabeza. ¡Os seguimos!
La comisión experta de la Escuela que viven, recogen en barcos opiniones de la Escuela con la que sueñan del profesorado, familias PAS y de sus compañeros en el recreo.
3.4. Analizamos todas las respuestas.

El alumnado sueña su Escuela.

 

    En una ciudad de Málaga,  los estudiantes del IES Sagrado Corazón estaban cansados de la rutina escolar. Los exámenes eran interminables, las clases demasiado largas y la falta de actividades divertidas los hacía sentirse atrapados en un sistema que no les permitía disfrutar del aprendizaje.

Un día, un grupo de estudiantes decidió imaginar cómo sería su escuela perfecta. Enzo soñaba con un lugar donde solo hubiera educación física y se eliminara la presión de los exámenes. Harold Díaz imaginaba una sala de deportes inmensa y moderna, junto con una sala de tecnología bien equipada y más instrumentos musicales. Anastasia Vorona y varios otros compañeros pedían más recreo, porque sabían que el descanso era fundamental para aprender mejor.

Pedían menos estrés y más empatía por parte de los profesores. Imaginaban una escuela donde los exámenes fueran justos, las tareas equilibradas y las clases se enseñaran con juegos y proyectos en lugar de pura memorización. Para ellos era importante que los juegos fueran variados y originales, no solo fútbol repetitivo.

El grupo siguió soñando. Querían que la escuela tuviera intercolegiales, bandas de música y teatros, además de un kiosko donde los estudiantes pudieran comprar bocadillos. Deseaban que se fomentara el talento en música, tecnología y arte. Para Candela, el sueño incluía una piscina, y para Flor, más clases de música y respeto entre todos.

Los baños también necesitaban mejoras, según Aynur y sus compañeras, quienes pedían espejos, papel higiénico y compresas para mayor comodidad. Maksym deseaba vacaciones en noviembre, mientras que Luuu soñaba con un instituto como un “high school de Barbie”, lleno de color y diversión.

Algunos pedían más excursiones y talleres constantes, mientras que otros, como Mariah Clara, querían eliminar la educación física por completo. Deseaban que las clases fueran más cortas y que desaparecieran las matemáticas y el inglés. Deseaban un ambiente con respeto y solidaridad, sin abusos entre compañeros.

Isra y otros compañeros pedían menos deberes y más tiempo de descanso. Otros soñaban con una escuela con cafetería, sillas cómodas, tecnología avanzada y clases más interactivas. Xu Hang Bin imaginaba un sistema sin fichas ni estructuras rígidas. Propusieron clases para hablar de cultura y chismes, y sugirieron una escuela de verano para seguir aprendiendo de forma relajada.

En esta escuela de ensueño, también habría más deportes, instalaciones mejoradas y espacios de relajación. Habría huertos, columpios y aulas al aire libre. En lugar de largas horas de clase seguidas, habría pausas, más permisos para ir al baño y llegar tarde sin problemas. Las asignaturas permitirían tener más contacto con la naturaleza, huertos,  animales. Las clases tendrían más colores, con mesas redondas y que no hubiera mal ambiente. 

Fue así como en nuestra Escuela se implementaron más talleres, más espacios de descanso y nuevas actividades creativas. La escuela comenzó a transformarse en un lugar más feliz y justo para todos. Aunque no todo pudo cambiar de inmediato, el simple hecho de ser escuchados hizo que los estudiantes sintieran que su voz importaba y que, poco a poco, su escuela soñada podía convertirse en una realidad. 


“La Escuela que Soñamos el profesorado”


   Será una vez una escuela diferente a todas las demás. Será como decía Ana Góngora, un refugio para todos y todas, una isla de alegría en medio del ruido del mundo, donde las oportunidades reales nos hacían iguales y donde cada día se respiraba ilusión por aprender y enseñar.

   En nuestra Escuela, los niños amaban ir al colegio, como decía Patri. Allí se escuchaba con respeto, no se gritaba, y el ambiente era tan bonito que a veces parecía que se aprendía sin darse cuenta. El aula era un espacio de paz, y el profesor, un guía al que todos atendían con cariño.

   Alejandro lo resumía perfectamente: “Una escuela ideal es esa a la que los alumnos quieren ir porque les gusta aprender y están motivados.”

   Noelia sentía que el instituto debía ser un sitio donde todos, alumnos y docentes, pusieran su corazón. Y así era. Cada clase, cada proyecto, estaba lleno de actitud y ganas.

   Para Carlos, el alma de la escuela era esa mezcla de olores, sabores y sonidos: libros nuevos, bocadillos de mortadela con aceituna, abrazos, amigos y muchas risas. Porque en Ana Góngora se aprendía desde el estómago hasta el corazón.

   Fernando lo recordaba en cada reunión: “Todos tenemos un papel importante. Solo si lo entendemos, funcionará el instituto.” Y tenía razón.

   Pandora veía más allá de lo académico. Decía que el sentido de la vida es ser feliz, y por eso aquí aprendíamos a ser felices, respetando el ritmo de cada niña y niño, valorando la diversidad como la verdadera riqueza.

   Carmen soñaba con un lugar donde no fuera solo una alumna más, sino una persona única y útil, donde el amor y el respeto prepararan para la vida.

   Y María José R. añadía una idea poderosa: “La escuela debe estar humanizada, abierta a las emociones y talentos. Sin muros que impidan vivir la vida. Con talleres de fontanería, electricidad, y clases en el patio, entre árboles y juegos. Una escuela viva, creativa, donde los mayores enseñan a los pequeños.”

   En este instituto, las puertas siempre estaban abiertas, como decía Isabel. Se asistía porque se quería, no porque se debía. Y eso lo cambiaba todo.

   Héctor sentía que era parte de un grupo donde todas las diferencias eran respetadas. Nadie se sentía solo porque lo que unía a todos era la amistad, la equidad, el amor y el compromiso.

   Miguel A. Godoy imaginaba un espacio donde cada estudiante podía explorar sus talentos y ser guiado por docentes apasionados. Y David deseaba que, en vez de gritos, hubiera abrazos. Y así era. Allí, el conflicto se resolvía con empatía, no con castigos.

   Miguel decía que debía ser un lugar para quienes no tienen "su lugar". Un espacio de libertad, esfuerzo, confianza y cero acoso. Y eso era nuestro centro,  una familia.

   Manolo soñaba con una escuela que fuera como nuestra casa, donde el aprendizaje viniera acompañado de alegría. Y Lourdes la imaginaba decorada con amor, llena de buen rollo, arcoíris, cafetería, risas y buenas notas.

   Y Juanma, con una sonrisa, decía: “Un centro lleno de alumnos como tú, lleno de color, de luz, de alegría…”.

   Y así será la escuela que soñamos… y que estamos construyendo cada día.

   Porque no hace falta magia para cambiar el mundo: basta con un lugar donde cada persona sea escuchada, valorada y querida. Un lugar donde el conocimiento camina de la mano de la empatía, donde la diversidad no se tolera… ¡se celebra!

   Donde los libros huelen a aventura, los pasillos suenan a risas, y las aulas brillan con ganas de aprender. Este no es solo un sueño: es un compromiso, es un viaje, es nuestro refugio, nuestro hogar, nuestra escuela. Y cada vez que abrimos sus puertas…hacemos del mundo un lugar un poquito mejor.

 


Las familias sueñan…

   En un rincón del mundo, donde los sueños de una educación justa y equitativa tomaban forma, se erigía un instituto diferente a cualquier otro. Su nombre era "IES Sagrado Corazón" y su esencia se nutría de los anhelos de muchas voces que clamaban por un cambio en la forma de enseñar y aprender.

Allí,  cada persona era tratada con igualdad y respeto, desde los estudiantes hasta los profesores. Nadie era más ni menos que el otro, pues la educación y el trato justo eran los pilares fundamentales sobre los que se cimentaba su filosofía.

Las aulas estaban diseñadas para ser espacios de inclusión y comprensión. No importaba de dónde vinieran los niños ni cuáles fueran sus necesidades, porque cada uno encontraba el apoyo adecuado para desarrollarse plenamente. La igualdad era una realidad tangible en cada rincón de la escuela.

Violeta creía firmemente en la cooperación y en la importancia de educar a niños que creyeran en sus propias capacidades. Soñaba con que los alumnos crecieran con valores sólidos, sintiéndose capaces de transformar el mundo en un lugar mejor. En cada clase, les inculcaba la importancia de trabajar en equipo y de cuidar el entorno, pues el contacto con la naturaleza era una parte esencial del aprendizaje.

Para el Papá de Jade, el IES Sagrado Corazón representaba la educación con la que siempre había soñado. Allí, sus hijos recibían una enseñanza digna, universal y de calidad. La ciencia, el arte y la cultura no eran simples asignaturas, sino herramientas para fomentar el pensamiento crítico y la imaginación. La libertad de expresión y el respeto mutuo eran valores irrenunciables dentro de las paredes de la escuela.

Uno de los aspectos más especiales del IES Sagrado Corazón era su teatro, un sueño hecho realidad para que todos los hijos disfrutaran de un espacio donde se pudiera desarrollar su creatividad y expresarse libremente. Junto al teatro, había una piscina, pues el deporte y la recreación eran considerados fundamentales para el bienestar de los estudiantes.

En esta escuela, cada materia iba más allá de lo convencional. No solo se aprendía matemáticas o literatura, sino también valores esenciales para la vida. La autoestima, la resolución de problemas cotidianos y el desarrollo de la imaginación eran tan importantes como cualquier otra asignatura. Los niños y los profesores eran una gran familia, donde el respeto y la bondad eran la base de todas las interacciones.

La filosofía del IES Sagrado Corazón era clara: mejorar la educación significaba mejorar el mundo. Y así, día tras día, este instituto demostraba que una escuela ideal no era un sueño imposible, sino una realidad que podía construirse con esfuerzo, pasión y un profundo amor por la enseñanza.

 


Una Escuela de Sueño. PAS


   En un pequeño pueblo costero, había una escuela diferente a todas las demás. No solo era un lugar de aprendizaje, sino también un barco que navegaba por mares de conocimiento.

Antonio, un joven curioso, siempre decía:
—La escuela es bonita con un buen mantenimiento.

Y tenía razón. Todos los días, profesores y alumnos trabajaban juntos para que el barco-escuela estuviera en perfectas condiciones, listo para surcar los océanos del saber.

María del Mar, soñadora y aventurera, veía la escuela de otra manera:
—La escuela es un barco que nos lleva a nuestro destino.

Cada lección era una nueva travesía, cada examen, una tormenta que debían atravesar con valentía. Pero no todos los días eran fáciles. A veces, las diferencias entre alumnos y profesores hacían tambalear el barco.

Ángela, con su deseo de armonía, siempre intentaba unirlos:
—Mi colegio ideal sería aquel en el que alumnos y profesores convivieran en paz y armonía.

Y fue entonces cuando Emilia, les recordó algo fundamental:
—El esfuerzo es la magia que transforma los sueños en realidad.

Con esas palabras, todos entendieron que, para que su barco-escuela llegara lejos, cada uno debía aportar su granito de arena. Desde entonces, trabajaron juntos, resolvieron sus diferencias y aprendieron que la educación era la mejor aventura que podían emprender.

Y así, con esfuerzo y unión, la escuela-barco navegó hacia un futuro lleno de posibilidades.

 

Todos nuestros sueños nos llevan con viento favorable a los siguientes puertos (creados por la inteligencia artificial cuando le hemos ofrecido todos los sueños de los distintos sectores de la comunidad educativa):

1.Educación más humana y empática

  • Deseo de menos estrés, menos deberes y mayor comprensión emocional.
  • Profesores empáticos, que escuchen y comprendan a los alumnos.
  • Importancia de la autoestima, la motivación y el respeto mutuo.

2.Cambio en la forma de enseñar

  • Rechazo a la memorización excesiva y los exámenes como única forma de evaluación.
  • Preferencia por clases interactivas, con juegos, proyectos, arte y trabajo en equipo.
  • Valoración de los talleres, excursiones y el aprendizaje práctico.

3.Espacios y estructuras más cómodas y creativas

  • Peticiones de aulas más coloridas, con sillas cómodas, tecnología moderna, mesas redondas y espacios abiertos.
  • Mejora de baños, con higiene, privacidad y productos disponibles.
  • Deseo de cafetería, kiosko, biblioteca viva, aulas al aire libre, zonas de descanso y columpios.

4.Fomento de talentos y expresión personal

  • Espacios para música, teatro, deportes, tecnología y creatividad.
  • Libertad para expresarse y desarrollarse individualmente.
  • Igualdad y valoración de la diversidad como riqueza.

5.Conexión con la naturaleza

  • Inclusión de huertos, animales, actividades al aire libre.
  • Educación ambiental y contacto con el entorno como parte esencial del aprendizaje.

6.Clima escolar seguro, alegre y respetuoso

  • Rechazo al acoso y a los abusos.
  • Ambientes donde todos se sientan incluidos y valorados.

    Los estudiantes sueñan con una Escuela que no solo enseñe contenidos, sino que forme personas felices, seguras y creativas. Quieran ser escuchados, vivir una educación con sentido y crecer en un espacio donde el aprendizaje sea una aventura, no una carga.

3.5. Informamos a toda la comunidad educativa de las conclusiones en una jornada de convivencia, en el que los tripulantes nos guiarán en el camino.
    Junto con grandes tripulantes, Noelia, Ana y Miguel y con la colaboración de un alumnado y claustro motivado, y con ganas de cambiar la Escuela, creamos nuestro rincón. "La aventura más grande que puedes emprender es vivir la vida de tus sueños". Oprah Winfrey.

Navegando en un mar de sueños.

¡Atención, atención, pasajeros del gran viaje! Suban a bordo, que zarpamos sin miedo ni equipaje. Estos barcos de sueños van rumbo a un lugar, donde aprender es magia y la risa es el mar.

¡Bienvenidos marineros, futuros exploradores! Aquí no hay exámenes, solo mil aventuras y colores. Las velas son de cuentos, los remos de imaginación, y cada ola nos lleva a una nueva lección.

Las gaviotas nos cantan canciones de ciencia, las estrellas nos guían con luz y paciencia. ¡Sujétense fuerte, que el viento ha soplado! La Escuela soñada nos ha esperado.

Desde el cielo descienden barcos de los sueños, de velas tejidas con hilos de esperanza, navegando con rumbo seguro, hacia la Escuela soñada, la más bella danza.

Las olas, testigos de aquella promesa, guían con brisa de inclusiva emoción. Sin muros ni miedos, con aulas abiertas, donde cada latido encuentra su voz.

Tripulamos los barcos jóvenes valientes, con ansias de un mundo nuevo forjar, nuestras manos tendidas,  nuestras mentes despiertas, sembrando justicia en cada lugar.

Llevamos  en alto la llama encendida de un sueño que el viento no puede apagar, donde todos y todas, sin miedo ni sombra, encontramos nuestro sitio, nuestro hogar, nuestro cantar.

Los barcos avanzan, la Escuela despierta, y en ella la vida florece al llegar. Un faro ilumina la senda esperada: Un mundo donde aprender es amar.

 

    Este rincón ha dado identidad a nuestro centro y ha estado disponible para el XXV aniversario de nuestro Centro, para el Día de la Amistad y las Cruces de Mayo. ¡Todo un espacio Inclusivo!
 3.6. Desarrollar acciones y valorarlas
Hemos querido visualizar nuestra Escuela soñada y determinar las fases para iniciar la transformación:

    En un rincón del mundo, entre montes verdes y un cielo siempre despejado, existía un lugar especial llamado "IES Sagrado Corazón". No era una isla de mar y arena, sino una escuela donde la igualdad y las oportunidades reales hacían que todos los niños y niñas se sintieran en casa.

    Desde el momento en que cruzaban sus puertas, los estudiantes eran recibidos con sonrisas, abrazos y el dulce aroma de libros nuevos. En los pasillos resonaban risas y conversaciones llenas de respeto. Aquí, los niños amaban aprender y los maestros enseñaban con pasión, motivados por el deseo de ver crecer a sus alumnos no solo en conocimientos, sino en felicidad.

    Las aulas estaban llenas de color y de entusiasmo. Cada estudiante era único y valioso, y así se le hacía sentir. Aprendían a su ritmo, sin presión, valorando la diversidad como un tesoro. En este lugar, nadie se sentía solo, porque la amistad y el compromiso eran la base de la convivencia.

    Las clases no solo ocurrían dentro de cuatro paredes; los jardines y patios se convertían en espacios de aprendizaje y juego. Había talleres de todo tipo: arte, música, fontanería, electricidad, teatro... Porque la escuela es vida y el lugar que mayor vida alberga. Aquí, los más experimentados enseñaban a los pequeños, creando una comunidad donde todos se ayudaban y crecían juntos. Una Escuela de Vida.

    No había gritos, solo diálogos y palabras amables. Cuando alguien necesitaba atención, la recibía en forma de abrazos...El respeto, la empatía y la alegría eran la norma. Y si alguna vez alguien tenía un mal día, siempre había un compañero dispuesto a ayudar.

    En el "IES Sagrado Corazón", la educación era mucho más que aprender matemáticas o ciencias: era descubrir quiénes eran, soñar sin límites y encontrar su propio camino en la vida con confianza y amor. Y así, día tras día, esta escuela seguía siendo el refugio de todos y todas, un lugar donde la felicidad y el conocimiento iban de la mano.

Y ese sueño hemos querido hacerlo real, porque "todos los sueños pueden hacerse realidad si tienes el coraje de perseguirlos" Walt Disney.
¿Por dónde empezamos?

FASE 1: Diagnóstico y Escucha Activa

  • Objetivo: Identificar las necesidades reales de la comunidad educativa.
  • Actividades:
    • Encuestas y asambleas con alumnado, profesorado y familias.
    • Evaluación del clima escolar actual.
    • Observación directa en clases y espacios comunes.
    • Análisis de los niveles de estrés, motivación y bienestar

 FASE 2: Creación de una Visión Compartida

  • Objetivo: Definir los valores, metas y principios de la nueva escuela.
  • Actividades:
    • Redacción participativa de un “Manifiesto Escolar”.
    • Formación de comisiones temáticas (bienestar, espacios, innovación...).
    • Identificación de prioridades realistas a corto, medio y largo plazo

 FASE 3: Formación y Transformación Pedagógica

  • Objetivo: Cambiar el enfoque de enseñanza-aprendizaje.
  • Actividades:
    • Formación del profesorado en metodologías activas: aprendizaje basado en proyectos, gamificación, trabajo cooperativo, educación emocional...
    • Evaluación alternativa: portafolios, autoevaluación, rúbricas.
    • Adaptación del currículo para incorporar arte, expresión, naturaleza y diversidad.

FASE 4: Rediseño de Espacios Escolares

  • Objetivo: Crear un entorno físico acogedor, creativo y flexible.
  • Actividades:
    • Co-diseño de aulas con alumnado y profesorado (mobiliario móvil, mesas redondas, zonas de calma).
    • Mejora de baños, patios y zonas comunes.
    • Creación de rincones de lectura, zonas verdes, huertos, columpios o espacios al aire libre.

 FASE 5: Fomento del Bienestar y la Convivencia

  • Objetivo: Construir una comunidad escolar segura, inclusiva y alegre.
  • Actividades:
    • Plan de convivencia basado en el respeto, la escucha y la resolución pacífica de conflictos.
    • Tutorías emocionales, tiempo para hablar de lo personal y talleres de autoestima.
    • Celebración de la diversidad a través de actividades culturales y creativas.

FASE 6: Evaluación Continua y Mejora Progresiva

  • Objetivo: Medir el impacto y adaptar el camino.
  • Actividades:
    • Revisiones trimestrales con todos los sectores de la comunidad educativa.
    • Espacios de participación para ajustar las decisiones.
    • Publicación de avances y logros visibles para la comunidad.

Claves de éxito:

  • Implicación real del alumnado.
  • Compromiso del equipo directivo.
  • Apoyo institucional o local.
  • Coordinación entre familias, profes y estudiantes
3.7. Compartimos experiencias con otros tripulantes.
En la 6º Reunión de la Red de Escuelas por la inclusión, explicamos nuestro proyecto junto al de otros centros participantes.
    Pudimos disfrutar de experiencias y conocimientos. Accede al acta.