Propuesta de Mª José, Magali, María Lledó, Nino, Yohadi.
Junto con Ana Mombiedro junto a su equipo y un grupo de grandes profesionales que sueñan con una transformación de la Escuela a través de los espacios, hemos constituido una Comunidad de Neuroarquitectura y Neuroeducación y hemos realizado propuestas apasionantes en el que la persona ha sido el centro de todos los procesos educativos. "Nuestro
cuerpo es el vehículo y almacén de las experiencias que nos consolidan como
personas. Necesitamos el espacio para las acciones relacionadas con el
movimiento, la socialización y el pensamiento". Ana Mombiedro.
Nuestra propuesta: "Espacio de bienestar para crecer y crear al aire libre".
Y soñamos y creamos una historia de nuestro proceso.
Cuentan que la Escuela, en sus orígenes, su nombre verdadero era Scholé, que proviene del griego y se refiere al “ocio” o “tiempo libre. Estaba dedicada, según Aristóteles, al engrandecimiento del espíritu, siendo enteramente libre, pudiéndose invertir en perseguir saberes que fueran útiles para las personas, cultivar el intelecto y el espíritu y humanizarse; era el espacio propicio para alcanzar la plenitud personal y , por tanto, el bienestar. Con este fin, se juntaban en grupos para discutir sobre cuestiones de filosofía y otras artes, encabezados por algún maestro, que les incentivaba a reflexionar y meditar. La música y la contemplación eran las dos grandes actividades del ocio. La palabra Skholé pasó de denominar la actividad en sí, a aplicarse al lugar de encuentro.
Y, fue así como, gracias a Ana Mombiedro y a su equipo, pudimos encontrarnos un grupo de profesionales diversas, cuyos conocimientos se complementaban: María Lledó, diseñadora de interiores , Nino y Johany arquitectas, y Magalis y yo, Mª José, docentes.
Tras analizar los centros actuales, coincidimos que la mayoría cuentan con espacios con muros de cemento, rejas y poca vegetación, espacios que se asemejan a fábricas de la Revolución industrial. Vimos que la Escuela había perdido su esencia, su verdadera identidad, y solo dedica media hora al día a la función por la que había nacido: espacio de humanización, plenitud y felicidad. Se le llamó Recreo (era su apodo).
Imagen Tonucci
Encontramos un lugar real e ideal en un centro peculiar, con población vulnerable y, tras ver las fotos de un espacio, aparentemente abandonado, vimos que estaba repleto de posibilidades y un gran árbol. Lo teníamos claro, decidimos construir un Aula al aire libre, accesible para todo el alumnado, en el que se respirara oxígeno puro y pudiéramos impregnarnos con los sonidos y olores de la naturaleza. Un lugar en armonía, con las necesidades, potencialidades y pasiones de todos las personas que allí lo habiten y con un significativo lema: “Espacio de bienestar para crecer y crear al aire libre” en cooperación con el grupo de iguales. Y nos dimos cuenta que la idea conectaba con el verdadero origen de la Escuela.
Queríamos que hubieran áreas flexibles, adaptadas a todas las personas, en su diversidad. Y diseñamos los siguientes espacios:
1. Una zona de Calma individual y colectiva, para calmar sus
emociones a través de la meditación y el descanso, claves para la creatividad,
al activar la red neuronal por defecto.
2. Espacios de Creatividad. Lugares que permitan el movimiento y
donde puedan ordenar sus pensamientos. Lugar con pizarrines, cuadernos para
apuntar ideas. Un lugar en el que puedan andar para poder activar las redes
neuronales relacionadas con el pensamiento divergente y la generación de
soluciones diversas.
3. Un lugar de Construcción de conocimiento colectivo. Mesa
redonda donde nos veamos los ojos y activemos nuestras neuronas espejo,
fundamentales para los procesos de imitación y el que se aprenda unos de otros
a través de la tutoría entre iguales.
4. Zonas de cuidado de la naturaleza y de nosotros mismos nos
permite conectar con lo que verdaderamente somos, mejorando la autoestima y la
salud mental y, por ende, lo procesos atencionales y de concentración y memoria.
5. Zonas de Exploración de los sentidos, incluidos la interocepción y la propiocepción , para activar las funciones ejecutivas
necesarias para el aprendizaje significativo. Y el del olfato, que se ha
demostrado que mejora los procesos relacionados con la memoria y el estado de ánimo.
6. Otras zonas de Trabajo individual adaptado a las necesidades
específicas, potencialidades y gustos de cada persona.
7. Y por último un Espacio de tertulia y ocio, con juegos
interactivos y de re-creo que activan todas las áreas cerebrales.
Y nos pusimos manos a la obra; Nino y María plasmaron, en papel, todo lo
que nuestra mente veía, siendo así más fácil construir, entre todas, los
parámetros de diseño.
María Lledó, nos cuenta que está aula de la naturaleza está dirigida a estudiantes entre los 12 y los 18
años.
En este boceto se ve reflejado un conjunto de zonas articuladas entre sí. Hay una zona central que es este gran círculo de asientos de madera modulares
que nos van a generar un espacio que facilita la escucha, la colaboración y
la cooperación. Son centros modulares que van a generar muchas posibilidades de trabajo en grupos de diferentes tamaños entre ellos.
Por
otro lado tenemos la zona de refugio que es una zona con una pérgola natural en la
que introducimos la tecnología dentro de este aula, para los trabajos y también una pizarra.
La
tercera zona es el espacio de la calma muy importante, es un espacio que
facilita la autorregulación sensorial del joven en diferentes hamacas y
texturas en el suelo para poder pisar descalzos, olores de plantas como la
lavanda y el sonido del agua que van a facilitar un ambiente multisensorial
de serenidad y de calma.
La cuarta zona es una zona de exposición en la que los
jóvenes dispondrán de caballetes para poder exponer sus trabajos, para poder
comunicar sus descubrimientos y sus hallazgos, destacamos los trabajos
artísticos que creemos tienen mucho potencial en un espacio abierto a la
naturaleza.
La siguiente zona es la zona del cuidado, encontramos un huerto, hemos
pensado en el diseño de un huerto en altura para favorecer la accesibilidad, también para jóvenes con movilidad reducida ya que creemos realmente la importancia de los beneficios de esta práctica
de cuidar un huerto o de cuidar de la naturaleza.
No podemos olvidar la zona de
fuentes y de actuación que es muy importante para la salud así que la la
encontraremos también en este aula y por último alrededor de los árboles, una zona con mesitas para juegos de mesa o para un ambiente más distendido
de tertulia para poder diferenciar la actividad de un trabajo de más
concentración.
La conexión entre todas estas
zonas es mediante un sendero de madera, tiene que ser una conexión intuitiva y
accesible para todos los estudiantes por lo tanto el objetivo de este aula es
fomentar un aprendizaje multisensorial y activo en la naturaleza buscando
también la calma de los adolescentes.
En las referencias bibliográficas podéis consultar un estudio que habla de la conexión con la naturaleza de cómo está asociada
con el aprendizaje, nos habla de la
biofilia, que es la conexión innata del ser humano con plantas y animales y que nos habla de la importancia en incorporar elementos de la naturaleza al
diseño de espacios educativos con el objetivo de mejorar el bienestar la
creatividad y el rendimiento de los estudiantes.
"Bueno,
acá tenemos esta primera imagen creada con inteligencia artificial, hecha en
base a las consideraciones mencionadas previamente por mis compañeras, y en
base a organizar ciertas estrategias de diseño para promover la estimulación
motriz, cognitiva, sensorial y de contacto social. Entre ellas encontramos la
propuesta de una configuración sociopetal, que no es más que un espacio que
favorece la interacción, la comunicación y la corregulación entre las personas.
Así como hay fuerza centrífuga que va hacia afuera y centrípeta que va hacia
adentro, del mismo modo sociofugal separa y aísla, y socipetal une a las
personas. Otra estrategia que consideramos importante fue la de promover
diversidad de Affordances. Que es un affordance? Pues las posibilidades de
acción e interacción que nos da un objeto o espacio físico, son elementos que
nos ofrecen distintas maneras de utilizarles, y para esto se propusieron
muebles modulares que permitan ser utilizados de distintas maneras, como
sillas, como mesas, como tarimas, como divisores, como anfiteatro, esto es algo
que estimula la creatividad, el pensamiento divergente, la curiosidad, la
autonomía, el control y la interacción con el espacio, fomenta la
personalización y la identidad lo cual refuerza directamente otra estrategia
importante que es fomentar el sentido de pertenencia, contribuyendo a una mayor
conexión emocional y cognitiva con el espacio.
Otra estrategia que durante la
discusión nos resultó interesante aplicar era la de Wayfinding, en un punto
visualizábamos este árbol que trajo Maria José como el landmark o gran elemento
diferenciador dentro del espacio que permite hacerle un espacio más imaginable
y dentro del cual podría ser más fácil construir un mapa cognitivo, ese mapa en
nuestra mente que nos permite ubicarnos, esto no se ha logrado del todo en la
imagen y nos muestra algunas limitaciones que todavía podemos tener en el uso
de la inteligencia artificial, sin embargo ha generado una propuesta muy
enriquecedora en la que estas zonas diferentes han sido expresadas de una forma
muy integral.
En contraste, un elemento que sí quedó muy bien logrado es la
incorporación de un huerto accesible que acá lo pueden ver, permitiendo la
interacción y el acceso adaptado a necesidades de distintos tipos de usuarios.
Al tener una segunda imagen, observamos como estos cambios pueden ser posibles y como las distintas zonas pueden tener lugar en conjunto. Tenemos el espacio de la hamaca, un nicho con posibilidades de trabajo individual o de grupos mas reducidos, o incluso la posibilidad que puedan desarrollarse varios grupos y actividades en simultáneo, explorar incluso musicales, que estimulen diferentes áreas del cerebro que también se relacionan con el aprendizaje, creciendo y creando al aire libre.