Misión 13: Liga contra la soledad no deseada: El tesoro de la amistad.
Hace tiempo, un grupo de jóvenes que habían estudiado en el IES Sagrado Corazón de Málaga decidieron reencontrarse en aquél viejo árbol de raíces retorcidas, que había sido testigo de sus hazañas y experiencias vividas con la intensidad que solo unos adolescentes, entusiasmados y con ganas de cambiar el mundo, podían experimentar y grabar en su memoria para siempre.
Pudieron compartir sus preocupaciones por lo que estaba pasando en el mundo actual. Jóvenes desorientados, perdidos que se dejaban llevar por todo lo que originaban las redes sociales en forma de tiktok , Instagram... El tiempo volaba y sin darse cuenta se sumían en una oscura soledad no deseada.
De aquél hermoso roble emergió un escudo del Club de la Buena gente, un club que en época escolar, les proporcionó la oportunidad de ver en sus compañeros y compañeras todas las cualidades positivas que tenían, sus pasiones afloraron e iluminaron aquél centro educativo. Detrás del Escudo de la Buena Gente, encontramos las bases que tan gratificantes experiencias les había proporcionado.
Ahora se han planteado que el Club de la Buena Gente resurja de nuevo y cuentan con la ONCE para hacerlo a través de La Liga contra la soledad no deseada. A
través de esta liga, la ONCE invita al alumnado participante a pasar de la
educación a la acción a través de la primera liga social creada por niños,
niñas y jóvenes para hacer frente a la soledad no deseada. Se propone que el alumnado cree el escudo de su equipo, y en él reflejarán los valores que contribuyen a
fortalecer la identidad del grupo y su compromiso con la causa. Dentro de la dinámica del concurso se propone como
actividad previa un «entrenamiento emocional» con material didáctico basado en
las recomendaciones y conclusiones del Estudio sobre juventud y soledad no deseada Nosotros hemos trabajado con espero con Hilos de CoSer que les han preparado para afrontar la aventura con entusiasmo.
Y como resultado del trabajo en equipo hemos elaborado cuatro Escudos:
Escudo "Nuestra Estrella interior"
(Aula Mágica)
Carmen, Pandora, Ana, Alba, Noemí y Macarena.
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Escudo del Alma libre.
3º ESO A y B
Cuentan que en el IES Sagrado Corazón de Málaga, había oculto un escudo capaz de unir a todas las personas en torno a un propósito común. La leyenda cuenta que fue forjando en un momento de desesperación, cuando una enorme sombra, en forma de dispositivos electrónicos, desoló la humanidad y la sumió en una profunda soledad no deseada.
El Escudo del alma había sido creado con cinco elementos, cada uno representando una virtud esencial para vencer la oscuridad y dar luz y vida a nuestro mundo.
Primero una rueda hecha con el metal más puro, símbolo del ciclo de la vida y el movimiento hacia adelante.Era un recordatorio de que incluso en los tiempos más difíciles, siempre habría un camino que seguir.
En el centro de la rueda se colocó un corazón ardiente, emblema del amor y la valentía. Este corazón protegía a quienes portaban el escudo y daba esperanza a quienes lo miraban.
A lo largo del borde de la rueda, se trenzó una cuerda del color de la fusión del mar y el cielo en calma, símbolo de la unión y la fuerza que nace de la colaboración entre los seres. Hilos tejidos con la paciencia y la esperanza de que juntos nunca serían derrotados por la soledad .
Sobre el escudo revoloteaban mariposas multicolores, que representaban la transformación y la belleza que surge del cambio. Las mariposas no temían el viento ni la tormenta; simplemente danzaban entre las dificultades, inspirando a los demás a hacer lo mismo.
Piedrecitas de colores que en forma de triángulo representaban el retorno a la unidad inicial y nos mostraban el camino de la evolución: la cooperación.
Cuando los cinco elementos se alineaban se activaba la luz que iluminaba el camino de muchos que se habían perdido y ahora juntos podían encontrarse con el verdadero tesoro de la Amistad.
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Escudo
'Mi ciudad tecnológica en la que todos encajamos'
4º ESO A.
Noelia Fernández Incerti.
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En un pequeño taller de
innovación tecnológica, un grupo de jóvenes se reunió con una idea ambiciosa:
crear un escudo que no solo representara su pasión por la tecnología, sino que
también simbolizara el trabajo en equipo y la colaboración. Cada uno de ellos
traía consigo habilidades únicas, y juntos decidieron que su proyecto sería
algo verdaderamente especial.
Después de semanas de 'lluvia de
ideas', decidieron que el escudo estaría hecho completamente de componentes de
ordenador reciclados. La idea era que cada pieza tuviera un significado,
representando a cada miembro del equipo y su contribución al proyecto. Así,
comenzaron a recolectar viejos ordenadores y piezas electrónicas desechadas:
placas base, procesadores, tarjetas gráficas, etc.
El proceso fue arduo pero
emocionante. Cada componente fue cuidadosamente seleccionado y colocado en el
escudo como si fuera una ciudad tecnológica en miniatura. Las placas base
formaban la estructura del escudo, mientras que los chips y circuitos se disponían
como edificios y calles. Todo encajaba a pesar de su apariencia tan diferente.
A medida que avanzaban en la
construcción, comenzaron a notar algo mágico y sorprendente, sus propios
nombres emergían suavemente desde el interior del escudo, coronando la ciudad
tecnológica que habían creado, como faros en el mar.
Este fenómeno no solo les llenó
de orgullo; también les recordó la importancia del trabajo en equipo. Cada
nombre brillaba con fuerza, recordándoles que sin la colaboración y el esfuerzo
conjunto, este escudo nunca habría cobrado vida. Era un símbolo tangible de su
dedicación y trabajo.
Escudo de la Amistad verdadera.
4º ESO A y B.
La soledad se adueñaba del mundo, las
personas se sentían más solas que nunca. Había silencio en un mundo de ruido,
es como si los dispositivos electrónicos se hubieran apoderado de nuestro
planeta.
Un grupo de intrépidos
aventureros: Harold, Omar, Juanillo, Amman, Dylan, Najhely, Mathias decidieron
buscar soluciones. Sabían que encontrarían respuestas para evitar la soledad no
deseada. Y fue así como hallaron en un
lugar recóndito del IES Sagrado Corazón de Málaga un viejo balón de
cuero gastado que cuando lo tocaron las costuras comenzaron a deshacerse y el
balón se desplegó formando un escudo. Con cada uno de sus pentágonos extendidos
como placas de protección. En cada panel había mensajes:
1.Un corazón diverso que
nos recordaba que todas las personas aman de forma distinta y necesitan ser
comprendidos en su diversidad.
2.Un procesador que
representa el cerebro de cualquier dispositivo, un cerebro que es único y que
nos conecta a la Vida.
3.Neuronas conectadas
para conseguir que podamos estar abiertos a múltiples experiencias de
aprendizaje.
4.Un pequeño estrellas
del Universo, pequeñas, grandes pero todas brillan con la fuerza que emana del
interior.
5.Girasoles que nos
enseñan que en momentos donde el sol se oculta nos tenemos unos a otros para
recargarnos de su energía.
6. Mariposas que en un proceso de
transformación interna vuelan alto en la búsqueda de sueños compartidos
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Y fue así como descubrimos el valor de la amistad y los beneficios que reportaba a nuestro cerebro:
1. El adolescente necesita construir su identidad, adquiriendo la
conciencia de ser distinto de los demás, con un sistema de valores y
experiencias vividas propias, necesitando ser aceptados por lo que son y
sienten. Sintiendo una necesidad de sentirse integrados
en el grupo social y buscar su aceptación, siendo muy importante la opinión de
sus iguales en la construcción de su identidad. (Fuster 2014).
2.Las relaciones sociales se
diversifican y se amplían y tratan de distanciarse de las influencias de los
adultos para desarrollar otros intereses que le son más propios, sin embargo
aún sigue siendo necesario mantener vías de comunicación con los adultos. Al
revés de lo que sucedía durante la niñez, el adolescente canaliza sus
sentimientos y afectos hacia fuera de casa, hacia los compañeros/as, o sea,
hacia cuantas personas se interesen por él/ella, sean sensibles para con sus
problemas y comprensivos con su conducta. Estos sentimientos, además de
proporcionarle seguridad personal y confianza en sí mismo, desencadenan en él
una serie de asociaciones cada vez más placenteras y reconfortantes, lo que
motiva que el adolescente se encuentre cada vez más a gusto entre esas personas
y lo manifieste en sus actitudes y comportamiento. Esta situación afectiva
lleva al adolescente a la búsqueda del sentido social, al encuentro con los
demás y a una especie de sensación de que necesita completarse.
3.Se proyectan apasionadamente en los problemas
humanos o en los acontecimientos de la actualidad, aplicándose en ellos o
criticándolos radicalmente, llevando hasta las últimas consecuencias sus
razonamientos manifestados por medio de la acción, la crítica, el rechazo o la
repulsión.
4.En la Adolescencia somos más vulnerables a todos los estímulos
estresantes del entorno debido a que nuestro cerebro se encuentra en pleno
desarrollo. En esta etapa es muy importante el vínculo emocional de las
personas importantes que tiene a su alrededor ya que los convierte en modelos a
imitar, contribuyendo a su salud mental. Siegel (2014) nos recuerda que la poda neuronal que ocurre
en la adolescencia conduce a cambios importantes y sin el acompañamiento
adecuado, puede desvelar problemas potenciales. De ahí que la adolescencia se
una etapa propensa a que surjan complicaciones en la salud mental, como
problemas de ánimo entre los que se encuentran la depresión, el desorden
bipolar, o dificultades del pensamiento.
5.Una
investigación realizada por Naomi Eisenberger, investigadora de la Universidad
de California en Los Ángeles (UCLA), demostró que la sensación de ser excluidos
provoca la misma reacción en el cerebro que el dolor físico. El
trabajo de Naomi Eisenberger mostró que esta reacción negativa está
directamente relacionada con las respuestas del cerebro cuando las personas se
sienten rechazadas. En estas situaciones se ve actividad en la porción dorsal
de la corteza cingular anterior que es la región involucrada en el sufrimiento
y la angustia. En otras palabras, la sensación de ser excluidos provoca la
misma reacción en el cerebro que el dolor físico. El rechazo duele y mucho.
Necesitamos una Escuela que proteja y enriquezca el cerebro adolescente, creando redes emocionales, que conecten con las pasiones del alumnado y les permita Ser y Estar para seguir creciendo desde la cooperación y la ayuda mutua.
Que ningún adolescente se quede sin desarrollar su talento y ayudémoslos a conectar sus talentos para que nunca se sientan solos.